El Real Madrid ha recibido al Villarreal en un duelo crucial entre el segundo y el tercer clasificado de LaLiga. En un partido que puede ser decisivo para las aspiraciones de ambos equipos, el Bernabéu ha sido testigo de cómo Mbappé asume responsabilidad del equipo.
El atacante francés, ha salido desde el inicio con un papel renovado y ha dado sus primeros destellos de calidad que han encendido al público. Carlo Ancelotti ha apostado por el francés colocándolo en una nueva posición en el Real Madrid: arrancando desde la banda izquierda, volviendo a sus orígenes, aunque con total libertad para moverse por el frente de ataque.
En su primera jugada individual, Kylian se ha deshecho de dos defensores y ha provocado un córner tras una conducción electrizante. Tras ese primer aviso, no ha dudado en dirigirse a la grada, pidiendo el apoyo del público para animar al equipo, lo que demuestra su personalidad y su deseo de ganarse el papel de referente dentro del vestuario.
Partido vital para LaLiga
El Real Madrid, que ocupa la segunda posición en la tabla, necesita la victoria para mantenerse en la lucha por el liderato, y las expectativas sobre el francés son altas. Desde el comienzo del partido, ha dejado claro que quiere echarse el equipo a la espalda, tanto en lo futbolístico como en lo emocional. Su energía y atrevimiento han contagiado a sus compañeros, en un choque donde cada detalle cuenta.
El Villarreal, tercero en la clasificación, ha llegado al Bernabéu dispuesto a complicarle la noche al conjunto blanco, pero el protagonismo de Kylian ha puesto en dificultades a su defensa en los primeros compases del encuentro.
El Bernabéu, consciente de que este tipo de partidos pueden definir la temporada, ha respondido con vítores y aplausos al empuje de su nueva estrella, quien parece decidido a marcar su era en la Casa Blanca.