“El ADN Cruyff, era meterse atrás en el Bernabéu”. “Ponía a Alexanco, un central, a rematar centros”, afirmaba Juanma Rodríguez en El Chiringuito la pasada madrugada.
Juanma Rodríguez le recuerda a los culés lo que es el ADN Cruyff, y sus planteamientos miedosos en el Bernabéu
Y es cierto, con el neerlandés en el banquillo, el Barça jugaba un 1-3-4-3 muy ofensivo, salvo cuando iba a jugar al Bernabéu, que jugaba con defensa de cuatro.
Y no era nada raro, como dice el periodista de EsRadio, que Alexanco fuese un recurso para jugar al pelotazo cuando el resultado no era el mejor, y el tiempo apremiaba.
No se le caían los anillos a Cruyff, por cambiar de estilo cuando se tenía que enfrentar al equipo blanco, o cuando quería llegar con un fútbol más directo al área rival, modelo muy alejado de lo que se llama hoy en día ADN Barça.
Un ADN que también faltó en la liga ganada por el conjunto azulgrana la pasada temporada, con muchos marcadores ajustados, y sufriendo en los finales de los partidos metidos en área propia.
El Real Madrid es capaz de ganar de muchas maneras, mientras, el Barça solo quiere ganar de una, y se desvanece en el intento
Pero los culés más acérrimos, siguen con la misma cantinela. Mientras el Real Madrid gana Champions siendo un equipo camaleónico, que se sabe adaptar a diferentes formas de jugar en función de lo que exige el rival, el FC Barcelona languidece mientras trata de buscar una forma de jugar que le reconcilie con su esencia, pero careciendo de los jugadores necesarios para llevarlo a cabo con el mismo éxito que Guardiola hace más de una década, y con Enríquez Negreira en el CTA.
El ADN es una farsa que utilizan los culés para deslegitimar los triunfos del Madrid. Pero en todo el mundo el equipo blanco es admirado por su tremenda capacidad para ganar la Champions, sabiendo sufrir en los momentos difíciles y matando a los rivales cuando tiene la menor ocasión.