En el seno del Real Madrid, el rendimiento de Jude Bellingham ha sido tema de conversación constante en los últimos meses.
El joven talento, que llegó con grandes expectativas y deslumbró al principio, parece haber experimentado un declive notable en su juego.
Las lesiones y los problemas con la justicia han acabado siendo estorbos y baches en su camino hacia la gloria blanca.
Fichaje galáctico
Cuando el Real Madrid anunció su fichaje de Jude Bellingham, las comparaciones con leyendas del fútbol como Zinedine Zidane no tardaron en surgir.
A sus 19 años, ser comparado con una figura icónica como Zizou habla no solo del talento innato del joven jugador, sino también de las expectativas que ha generado en el mundo del fútbol.
Pero a partir de diciembre Jude ha enfrentado una serie de contratiempos que han afectado su rendimiento. La lesión de tobillo sufrida en febrero tras el contundente triunfo sobre el Girona fue el primer golpe duro para el joven jugador. Esta lesión no solo lo apartó de los terrenos de juego durante varias semanas, sino que también afectó su ritmo y confianza.
Las injusticias de los árbitros
La tarjeta roja recibida contra el Valencia también dejó a Bellingham fuera. Esta suspensión interrumpió su progresión y le restó minutos de juego que podrían haber sido clave para su adaptación y desarrollo en el equipo.
El último revés en el camino de Jude Bellingham fue un virus que lo afectó la semana pasada, justo antes de un importante enfrentamiento contra la Real Sociedad.
Este virus no solo lo dejó fuera del partido (no jugó ningún minuto), sino que también afectó su estado físico y su capacidad para entrenar con normalidad.
Esta combinación de lesiones y sanciones ha generado una situación complicada para Bellingham en su primera temporada con el Real Madrid.
Ahora al futbolista inglés le toca aguantar lo que queda de temporada, descansar lo máximo posible en un verano con Eurocopa y Juegos Olímpicos, y volver fuerte el año que viene.