Las condiciones contractuales del astro francés del Paris Saint-Germain, Kylian Mbappé, están jugando un papel sumamente importante para el desarrollo y resolución del culebrón del verano y que están poniendo en aprietos al mismo club en el que reside el delantero.
Las posturas han quedado claras en ambos bandos y, bajo el contrato, ambos tienen razón en sus actuaciones, sin embargo, no todos saldrán ganando en esta situación pues las ideas son contrarias y alguien debe ceder al final del día en sus pretensiones.
Todo indica que la situación en la que ambas partes interpretan una cláusula del contrato del jugador los llevará a juicio y que, en base a la resolución del juez, se denominará cuál será el destino de Kylian y si estará más cerca de llegar al club de Chamartín.
La cláusula que decide todo
El famoso bono de fidelidad es el punto de inflexión en esta contienda por los servicios del delantero, pues todo lo demás está prácticamente listo para ejecutarse, salvo por la situación respecto a dicho bono, que el mismo PSG no está dispuesto a pagar si el jugador sale del club.
En base a interpretaciones y en la literalidad del contrato, el futbolista alega que al declarar que desea permanecer en el PSG por lo que resta de su contrato, ya lo hace acreedor del bono en su totalidad, al menos del primero pago correspondiente.
Mientras que el PSG opina que, al expresar su negativa por ejercer un nuevo acuerdo de renovación, estaría siendo todo lo contrario al negarse a continuar en la institución, por lo que se anularía el mencionado bono.
Sea cual sea la resolución, el único que está esperando por todo es el Real Madrid, que entrará en acción cuando todo esté claro y pueda resolver todo, siempre y cuando sea a favor del club blanco.