Ayer por la noche el París Saint – Germain certificó su pase a los octavos de final de la Champions, tras conseguir un empate en Alemania ante el Borussia Dortmund y la victoria del AC Milan en Inglaterra ante el Newcastle, dado que una victoria de los ingleses hubiese mandado a los de Luis Enrique a la Europa League.
Lo cierto es que si el equipo parisino está en la siguiente ronda de la competición, tiene mucho que ver el penalti inexistente que le pitaron en la jornada anterior en el Parque de los Príncipes, en el minuto 98.
Esa acción por mano de un jugador del Newcastle tras venir el balón rechazado de su propio cuerpo, en la que el Var llamó al colegiado para que viera la jugada, es una de las acciones arbitrales más vergonzosas de los últimos años en la Champions.
El PSG se clasifica agónicamente para octavos de final de la Champions tras empatar en Alemania ante el Borussia Dortmund
Lo que llamó la atención al final del partido en Dortmund fue la cara de pocos amigos con la que Mbappé abandonó el terreno de juego, a pesar de que su equipo había logrado la clasificación.
En la televisión francesa se hicieron eco de esta circunstancia: “Mbappé no ha acabado para nada contento, ni siquiera sonreía”, empezaban explicando. “Es la frustración, es normal cuando tú tienes tantas ocasiones…..”, concluían.
Al crack francés no le gustó que el equipo se conformara con el empate que clasificaba al Dortmund como primero de grupo y al PSG como segundo
Lo cierto es que detrás de esta mala cara de Kylian Mbappé puede estar la mala relación que tendría con Luis Enrique. Esta circunstancia favorecería la salida del francés directo al Santiago Bernabéu.
Son dos personas con un carácter fuerte, y al francés no le gustó que el equipo se conformara con el empate tras conocer que el Newcastle estaba perdiendo con el Milán, y que la igualada clasificaba al Borussia Dortmund como primer clasificado y al PSG como segundo de grupo. A Luis Enrique, sí que le pareció bien que se diese por bueno el uno a uno en el marcador.