El PSG vive los momentos más convulsos de los últimos años. El hecho de que su máxima estrella esté apartado del equipo por negarse a renovar su contrato, amenaza con enturbiar el ecosistema del vestuario y desestabilizar a la escuadra parisina a tan sólo una semana del inicio de la competición liguera.
Con Mbappé apartado del equipo, Luis Enrique trabaja en completar la plantilla con un Luis Campos que está más fuera que dentro
Mbappé fue enviado a entrenar con los descartes el día anterior a que sus compañeros se subiesen en un avión rumbo a Japón para iniciar la gira asiática. Desde entonces el jugador se ha entrenado con los jugadores con los que el club parisino no cuenta de cara a la próxima temporada, una forma de hacer realidad la amenaza que sufrió el crack francés tras comunicarle al club que no iba a ampliar su vínculo hasta 2025.
Mientras tanto, Luis Enrique, que está confeccionando la plantilla junto al hombre de confianza de Mbappé en la dirección deportiva, Luis Campos, se plantea la duda existencial de que si el club hace eso con su máxima estrella qué no hará con él cuando vengan mal dadas, y todo eso con los rumores sobre la inminente salida de Campos en los próximos días.
El club ficha con el dinero que recibiría por Mbappé, sin la certeza de que se acabe marchando este verano
Además el PSG está intentando reforzar el equipo con varios jugadores. Dembelé ya está fichado, y se están tratando de cerrar otros fichajes como el de Kolo Muani, por el que el Eintratch de Frankfurt pide 100 millones de euros y el de Gonçalo Ramos, por el que habría que pagar al Benfica 80 kilos.
Es curioso que el club esté fichando con el supuesto dinero que recibirá por Mbappé, sin tener la certeza de que acabe saliendo hacia Madrid este mes de agosto. El Fair Play Financiero está sobrepasado no, lo siguiente, y es imposible que convivan esos tres fichajes con los más de 200 millones que tiene que cobrar su máxima estrella esta próxima temporada.
Con este panorama el día 12 se presenta el equipo ante su afición en el estreno de la competición liguera, con la duda de cómo recibirán los seguidores del PSG a Mbappé si este acude a presenciar el partido del que es aún su equipo. Lo que está claro es que Catar tiene sus propias reglas y formas de actuar en el mundo del fútbol.