La rivalidad entre el Real Madrid y el PSG se ha ido acrecentando durante los últimos años, donde fuera de sus encuentros en la Champions League, el fichaje de Kylian Mbappé ha terminado por sentenciar la mala relación entre ambos equipos.
Ante la salida de su estrella, el PSG y más concretamente Nasser Al-Khelaïfi ha buscado fichar a Ferland Mendy, con el Real Madrid poniendo el valor de 250 millones de euros de su cláusula de rescisión como la única forma de poder hacerse de sus servicios.
La venganza frustrada
El PSG ha tratado de vengarse del Real Madrid con este intento de fichaje, viendo en Mendy al jugador con el que podrían debilitar a la plantilla merengue y fortalecer la suya, la cual sufrió bastante con el tema de las lesiones durante la temporada pasada.
Sin embargo, la gran temporada que tuvo Mendy con el Real Madrid ha hecho imposible este fichaje, con el PSG negándose rotundamente a pagar los 250 millones de euros de su cláusula.
El gran valor que tiene el francés es producto de la importancia que ha adquirido en la plantilla, pero más importante de la confianza que ha ganado de parte de Carlo Ancelotti, provocando que Al-Khelaïfi tenga que ver la forma de convencer al jugador de salir de un club donde se encuentra muy cómodo.
La calidad no se compra
Esta situación ha demostrado que el PSG no ha aprendido nada de las pasadas temporadas, donde a pesar de no estar dispuesto a desembolsar la cantidad de la cláusula de Mendy, su intención de hacerlo ha mostrado que los parisinos siguen creyendo que la calidad es algo que se puede comprar todos los días.
Esto ha presentado la gran diferencia entre el PSG y el Real Madrid, donde un club se encarga de desembolsar grandes cantidades de dinero por un proyecto que no tiene futuro, mientras que el equipo merengue realiza operaciones más calculadas y fichajes que terminan siendo acertados para asegurar el éxito y futuro del club.