El Real Madrid ha tomado una decisión clave tras una importante reunión entre el presidente Florentino Pérez y el entrenador Carlo Ancelotti. El encuentro se llevó a cabo en un contexto complicado, marcado por la reciente y gravísima lesión de Dani Carvajal durante el partido contra el Villarreal, que ha dejado al club en una situación de emergencia.
Según los informes médicos, el lateral sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior, del ligamento colateral externo y del tendón poplíteo en su pierna derecha, una lesión que lo apartará de los terrenos de juego durante aproximadamente un año.
Esta situación ha obligado al Real Madrid a replantear su estrategia de fichajes, ya que el cuerpo técnico y la cantera consideran que no existe actualmente un perfil “listo para jugar” entre los juveniles que puedan cubrir la ausencia de Carvajal. Ante esta urgencia, el club ha puesto como prioridad absoluta el fichaje de un lateral derecho de garantías.
Arnold, prioridad
En este contexto, el nombre que más suena es el de Trent Alexander-Arnold, lateral del Liverpool, a quien el Madrid ya tiene en su radar desde hace tiempo. La cumbre entre Florentino y Ancelotti ha concluido con la decisión de intentar fichar al internacional inglés en el mercado de invierno. Si no logran cerrar el traspaso en esa ventana de fichajes, el Real Madrid está decidido a volver a por él en el mercado de verano.
Alexander-Arnold es considerado uno de los mejores laterales del mundo, y su polivalencia, capacidad ofensiva y experiencia en la élite europea lo convierten en el perfil perfecto para reforzar una zona que, sin Carvajal, queda severamente debilitada. Además, su buena relación con Jude Bellingham, actual estrella madridista, podría ser un factor importante para facilitar el fichaje.
La lesión de Carvajal no solo ha trastocado los planes deportivos del Real Madrid, sino que ha acelerado la necesidad de buscar un refuerzo inmediato. El club está decidido a dar un golpe sobre la mesa en enero, apostando por uno de los nombres más deseados en Europa para llenar el vacío dejado por el internacional español.