Nasser Al-Khelaïfi está muy nervioso. El presidente y dueño del Paris Saint-Germain es una persona a la que le gusta tener el control, ser el dominador, al que pocas veces le dicen que no. De este modo, cuando surge algo que se le puede escapar de las manos, algo que no es capaz de gestionar y no depende de él, los nervios le invaden.
Esto es lo que le está sucediendo con el ‘Caso Mbappé’. El futbolista francés se mantiene frío y sin dar una respuesta clara sobre su futuro. De hecho, no tiene porque decir nada. Él tiene un contrato en vigor que hace más de un mes aseguró que iba a cumplir. Ha sido el PSG el que ha generado tanta controversia.
Al-Khelaïfi ve complicado que Mbappé renueve su contrato, pero aún más difícil ve que les ‘ayude’ y se marche traspasado este verano para así no perjudicar los intereses del club. El tiempo corre en contra del presidente francés, que afronta con nerviosismo este tramo de mercado.
Una propuesta alocada
Lo que quiere Al-Khelaïfi y el Emir de Qatar es que Kylian Mbappé pueda renovar su contrato. Lo que no quiere Mbappé es quedar vinculado con el club mucho más tiempo que el 30 de junio del año que viene. En este contexto, desde el PSG se ha estudiado una fórmula no tan perjudicial para sus intereses.
Al parecer, según informa Tomás González-Martín, de eldebate.com, Al-Khelaïfi habría propuesto a Mbappé la renovación de su contrato por los tres próximos años, según ha pedido el mismísimo Macron. Eso sí, el contrato tendría una cláusula de rescisión de 200 millones de euros a partir del año que viene.
De esta forma, Mbappé se quedaría esta temporada en París, que parece que es lo que quiere y el PSG lo vendería el año que viene si llega una oferta por el futbolista de 200 millones, cifra más que asequible por el jugador.