Anoche el Real Madrid perdía ante el Athletic Club en San Mamés, en un partido en el que Mbappé volvió a ser el protagonista negativo. Hizo un partido muy flojo, que culminó con el fallo de un penalti, que hubiese supuesto el empate a uno en el marcador.
Se une al que erró la semana pasada en Anfield, y las críticas entre el madridismo arrecian. Se le pudo ver tras el partido en el aeropuerto de Vitoria, y su gesto lo dice todo. No parece apenado por el fallo, sino deseando reivindicarse en el próximo partido. Hace un OK con la mano y no se le ve muy triste. Parece más bien ‘con ganas’, ansioso porque llegue el siguiente partido.
Mbappé fue cazado por las cámaras de El Chiringuito en el aeropuerto de Vitoria, con un gesto más reivindicativo que triste
Se ha hablado en los últimos días de su crisis de confianza, y podríamos pensar que volver a fallar una pena máxima, le podía hundir, pero por lo que se ha podido comprobar, parece que eso no ha ocurrido y está deseoso de que llegue el sábado, para poder demostrar en el campo, que sigue siendo uno de los mejores jugadores del mundo.
El francés ha marcado diez goles en sus 20 primeros encuentros con el equipo merengue. Esa es una media muy alejada de la que acostumbra a llevar, que se encuentra cercana al gol por partido.
Los problemas de adaptación, de falta de confianza y de puntería, pasarán al olvido más pronto que tarde
Es evidente que está teniendo problemas para adaptarse al equipo, que le falta confianza, que no está teniendo puntería de cara a la portería rival, y que ha fallado dos penaltis en una semana, en dos citas importantes para el Real Madrid.
Pero todo el mundo sabe que es uno de los mejores jugadores del mundo, y que más tarde o más temprano, volverá a ofrecer su mejor versión, la que destroza defensas a su paso, y marca diferencias en los días importantes.
La afición se impacienta, pero hay que recordar que Zidane, también pasó por un trance parecido, antes de triunfar plenamente en el Madrid.
El Girona puede pagar los platos rotos, de estos meses en los que no ha estado a su nivel, parece que tiene ganas de demostrar por qué el madridismo, se ilusionó tanto con su fichaje.