La temporada del Real Madrid no ha empezado de la mejor manera posible. El conjunto blanco, que empezaba la campaña con las expectativas muy altas, no ha terminado de arrancar. Prueba de ello es que no lidera el campeonato nacional de liga. En estos momentos está a seis puntos del FC Barcelona, pero con un partido menos. En Champions la situación es preocupante, llegando al punto de que el 27 de noviembre tiene un partido decisivo en Anfield.
Antes, el cuadro merengue jugará frente al Leganés en Butarque. Este será el primer partido después del parón y la antesala a la cita importantísima en Inglaterra. El mes de diciembre lo arrancará contra el Geta en Chamartín y tres días después viajará a San Mamés para jugar frente al Athletic Club de Bilbao. El 7 de enero tendrá que enfrentarse al Girona en Montilivi.
El ritmo no para y el 10 de diciembre se enfrentarán al Atalanta en Bergamo para jugar el choque correspondiente a la sexta jornada de la Fase Liga de la Champions. El 14 de diciembre recibe al Rayo en el Santiago Bernabéu y el 18 jugará la final de la Copa Intercontinental en Doha. Los pupilos de Ancelotti pondrán el punto final a este 2024 recibiendo al Sevilla en el Santiago Bernabéu.
Un partido cada cuatro días
La media de este calendario infernal es de un partido cada cuatro días, siendo esto una auténtica salvajada. Por este tipo de cosas, en la casa blanca se han quejado en varias ocasiones de la exigencia a la que están sometidos los futbolistas. Así pues, es lógico pensar que se estén produciendo una gran cantidad de lesiones en los últimos meses
Lo más destacable es que el 2025 también empezará con una gran carga de partidos. Es probable que el 2 de enero se enfrente ante el Valencia en Mestalla y el 5 tendrá que jugar la ronda copera. Posteriormente, el día 9 se vería las caras con el RCD Mallorca en el choque correspondiente a las semifinales de la Supercopa de España. Por tanto, no habrá tregua para el Madrid.