Tras los ataques del Atlético de Madrid al club madrididista, por su carta a la RFEF, protestando por el arbitraje infame que sufrieron los blancos ante el Espanyol, el Real Madrid aprovechó el fichaje de Sergio Ramos por Rayados de Monterrey, para lanzarle un dardo envenenado a los colchoneros.
El andaluz llevará el dorsal número 93, el del minuto en el que un cabezazo suyo, igualó la final de Lisboa ante los atléticos, y le dio la posibilidad a los merengues de levantar la Décima en la prórroga. “El dorsal elegido por una leyenda de nuestro club: nuestro minuto 93. Un homenaje a todo el madridismo, el recuerdo de un momento que cambió nuestra historia. Siempre agradecidos, Sergio Ramos. Mucha suerte y éxitos”, rezaba el post que publicó el Madrid en sus redes sociales.
El Real Madrid aprovecha el fichaje de Sergio Ramos por Rayados de Monterrei y su dorsal, para mandar un dardo al Atlético de Madrid
Un golpe duro a la línea de flotación de los aficionados del segundo equipo de la ciudad, y al club en general. Si algo le duele a los colchoneros, son las dos finales de Champions perdidas ante los madridistas.
Una, la de Lisboa, cuando ya se veían con la copa en las manos, hasta que llegó ese cabezazo de Ramos en el minuto 93, que hundió a los de Simeone, que fueron vapuleados en la prórroga.
Parece que el Real Madrid es el único club que no puede protestar por los arbitrajes, aunque la envidia tiene mucho que ver en los ataques hacia el club blanco
El ‘Cholo’ puede decir que los árbitros ayudan al Madrid durante 100 años, Laporta que el arbitraje del Getafe-Barça fue una vergüenza, pero el club de Concha Espina, no puede quejarse de una decisión arbitral delirante, como fue la no expulsión de Carlos Romero, por su brutal entrada a Kylian Mbappé, con el VAR haciendo dejadez de sus funciones.
Ante lo que el propio presidente del CTA, Medina Cantalejo, calificó como jugada muy clara, sancionando a los árbitros de campo y de VAR, sin pitar el Atlético de Madrid-Getafe.
Con el ‘Caso Negreira’ aún presente, habría que pensar en un cambio profundo en el estamento arbitral, como propone el Real Madrid.
Mucha hipocresía en el fútbol español, y mucha envidia hacia el mejor club del mundo, que no para de conquistar títulos y de hacer más grande su historia.