En Barcelona la situación no mejora. De hecho va a peor. En las últimas horas, la prensa culé se ha encargado de cargar contra Joan Laporta, presidente del club y precursor del proyecto 'Espai Barça', que incluye la renovación del nuevo Camp Nou. Pese a apelar a la paciencia, el máximo mandatario sigue queriendo tenerlo todo preparado cuanto antes, sin importarle el precio que eso conlleve.
El pasado año se presentó un crédito financiado por Goldman Sachs y otros 20 inversores por ahora desconocidos por valor de 1.450 millones de euros. 50 menos de los inicialmente previstos y un coste total a largo plazo, sumando los intereses, de unos 2.800 millones de euros, tal y como informa Víctor Malo en Crónica Global.
INTERESES MUY ALTOS
Estos intereses al alza son una de las primeras consecuencias negativas de querer cerrar el acuerdo de financiación de manera precipitada. Joan Laporta se empeñó en comenzar cuanto antes las obras, porque sin financiación sabía que no se podían llevar a cabo, y ello comportó como resultado una hipoteca con los intereses más elevados de los últimos años para el club.
CAÍDA IMPORTANTE DE INGRESOS EN EL BARÇA
Esta temporada hemos podido ver como el FC Barcelona ha tenido que disputar sus partidos en Montjuïc. Los expertos encargados de planificar toda la obra del Camp Nou dejaron muy claro que si se quería estrenar un nuevo estadio en el año 2026, era inevitable hacer la obra entre partido y partido. Como solución a este problema, Joan Laporta optó por movilizar a todos los culés hasta el escenario que hemos presenciado este curso. Aún está por ver si el Barça seguirá jugando en dicho lugar durante un año y medio o dos completos. Por ahora, según informa Crónica Global, la fecha pactada es el 15 de diciembre de este mismo año.
Este traspaso a Montjuïc le ha supuesto al Barcelona un importante número de pérdidas de ingresos por taquillas, ya que el aforo es notablemente más reducido que en el Camp Nou. Además, el Barça ha visto como las visitas a su tienda principal y al museo del club también se han visto afectadas.
Joan Laporta sigue manejando los tiempos a su antojo sin preocuparle el estado del club blaugrana. El máximo mandatario quiere tenerlo todo listo para el año 2026, fecha en la que puede acabar su historia como presidente. Por este motivo, los tiempos tienen que ser estos y no otros.