Anoche hubo polémica en el Sevilla – FC Barcelona, un penalti no pitado que cometió Koundé sobre Sow, pudo cambiar el rumbo del partido, y poner en serias dificultades a un Barça, que jugó media hora con diez por la justísima expulsión de Fermín López.
Cristóbal Soria, en teoría sevillista de pro, se quitó la careta y defendió a su verdadero equipo, el Barça. “No es suficiente para pitar penalti”, afirmó el exdelegado del equipo sevillano.
Cristóbal Soria muestra su lado más culé, aunque el árbitro perjudique los intereses de ‘su’ Sevilla
Es curioso, porque en el área del Real Madrid, siempre considera que este tipo de acciones, son punibles, pero en esta ocasión no lo ha considerado así.
No hay que recordar las múltiples muestras de simpatía, que ha realizado Cristobal Soria, hacia el FC Barcelona, y su declarado antimadridismo, que lo llevó a hacer muchos ridículos espantosos en el pasado, quizás el más sonado, sus burlas a Vinicius, que con el tiempo le tapó la boca de una manera contundente.
Nada nuevo en este vendehumos que se caracteriza por bailarle el agua al club catalán, mientras critica con acidez todo lo que hace o dice el Real Madrid. Es un nuevo ridículo para su colección, pero son tantos que pasará prácticamente desapercibido.
Mientras los clubes sigan tragando con este sistema arbitral, que sólo el Real Madrid está dispuesto a querer cambiar, no hay nada que hacer
Está claro qué intereses defiende en este tipo de situaciones, en las que sale perjudicado el equipo del que se declara seguidor, el Sevilla FC. Nada que sorprenda al público que está acostumbrado a escuchar sus disparates en defensa de la causa azulgrana.
Pero al club sevillano, cuyo presidente criticó con dureza al Real Madrid antes del partido ante los culés, por su carta a la RFEF quejándose del lamentable arbitraje sufrido ante el Espanyol, le está bien merecido, por su sumisión a la LaLiga y a la Federación, que parecen seguir dispuestos a mantener este sistema arbitral que desde el ‘Caso Negreira’, está más en discusión que nunca.
Seguirán tragando con lo que les echen, mientras siguen recibiendo arbitrajes tan sibilinos como el de ayer.