Tras tantos años de espera, el conjunto blanco por fin ha podido hacerse de los servicios de uno de los jugadores más esperados por toda una afición y también por todo el mundo del fútbol, y claramente nos referimos a Kylian Mbappé.
Sin embargo, este talentoso futbolista francés ha vivido en carne propia por qué le dicen de tal manera a uno de los más importantes elementos del conjunto blanco. Nos referimos a Antonio Pintus, con su más que reconocido apodo de "El Diablo", que se ha ganado a pulso por sus estrictas jornadas de entrenamiento.
Ahora, con tan solo unas cuantas semanas de haberse convertido oficialmente en un futbolista del Real Madrid, ya ha tenido que experimentar de primera mano la dura preparación de este elemento del cuerpo técnico de Ancelotti, y ha sido un auténtico suplicio.
No le ha quedado de otra
El llegar a uno de los clubes más grandes y exigentes del planeta representa no solamente tener que dar el máximo rendimiento y, sobre todo, adquirir una mentalidad ganadora para poder dar los resultados que estas instituciones te piden, sino también tener que soportar la presión y, en este caso, los entrenamientos.
Obviamente, dar un paso del París Saint-Germain al Real Madrid es algo sumamente importante, y no solamente se trata de cambiar a un equipo por otro, sino incluso de un esfuerzo superior, y más si viene de la mano de uno de los mejores preparadores físicos del planeta.
Desgraciadamente para el futbolista francés, al llegar con un bajo nivel de forma física, se ha tenido que enfrentar a la rigurosa planeación de entrenamiento de este preparador, que seguramente le ocasiona pesadillas.
Y solo es el comienzo
Este jugador solamente está experimentando el comienzo de lo que es estar en el mejor club del mundo, algo a lo que tendría que acostumbrarse lo antes posible, pues podría ser insufrible si no lo hace.