El Real Madrid disputó en la noche del pasado viernes 25 de agosto su tercer partido de la temporada. Le tocaba el conjunto blanco medirse ante un RC Celta de Vigo que está en su temporada de centenario, algo que da un extra. Además de esto, el Madrid se medía ante el club celeste en su estadio, el Abanca Balaídos, que disputaba el tercer partido consecutivo fuera de casa dado a que lo pidió a La Liga para avanzar en las obras del Nuevo Estadio Santiago Bernabéu.
El Madrid disputó el que puede ser el peor partido de los tres oficiales que ha jugado hasta ahora, ya que no encontró el fútbol dinámico y de presión adelantada con tanta solvencia como hizo en las dos primeras jornadas en Bilbao y Almería, pero si logró sacar un partido a base de trabajo y esfuerzo para sumar tres puntos muy importantes.
Volvió a ser el protagonista el flamante fichaje y nueva estrella del Real Madrid, un Jude Bellingham que ya ha logrado meter 4 goles en sus tres primeros partidos de liga. Además, en su celebración, dejó un gesto que enamoró a toda la afición.
Bellingham, uno más en afición y vestuario
Parece que Jude Bellingham ha entendido perfectamente todo lo que significa jugar en el Real Madrid y sentirse representado por los millones de madridistas a lo largo de España y del mundo entero, y su gesto en la noche de ayer lo demuestra.
Tras realizar su siempre característica celebración con los brazos al alza, se giró para dar vuelta a campo propio para que el partido comenzara de nuevo y se besó el escudo del Real Madrid como si de un niño nacido en Chamartín se tratara.
El Madrid, una causa globalizada
Ya nos ha dejado de extrañar que vengan futbolistas al Real Madrid y que sean madridistas, ya que el club blanco se ha convertido en un fenómeno mundial y la institución está bien representada a lo largo del mundo.