A pesar de que el partido frente al Celta de Vigo concluyó con una victoria gracias a las grandes actuaciones individuales de futbolistas top del equipo, Ancelotti no terminó del todo contento con algunas otras cuantas.
Dos de los principales perjudicados al finalizar este fueron los franceses Aurélien Tchouaméni y Eduardo Camavinga. Es por ello que el italiano los enfrentó justo después del partido y en una discusión bastante acalorada les comentó lo siguiente: “Si no espabiláis, el equipo se parte. Sois los que debéis unir al equipo”.
Ahora más que nunca necesita la implicación de estos dos jugadores tan importantes para el equipo, pues necesita balance en el centro del campo. Pero no podrá conseguirlo si estos dos no terminan de enchufarse de una vez por todas, y más teniendo en cuenta que hay un clásico a la vuelta de la esquina.
Ancelotti se encara con sus jugadores
Una de las grandes problemáticas del rendimiento de estos dos jugadores ha sido la falta de contundencia. Además, por supuesto, del poco control de balón que tuvieron durante todo el partido y en parte también por el equipo en general.
La nueva formación con tres defensas del entrenador italiano desajustó gran parte del funcionamiento del equipo en la parte de atrás, donde claramente Aurélien Tchouaméni fue uno de los grandes perjudicados al no acoplarse al 100% a esta nueva táctica.
Por otro lado, Camavinga tiene la labor de mover el balón y distribuirlo a través del centro del campo para que los delanteros se nutran de pelota, lo que no ha podido concretar y esto impide el desarrollo del juego del club.
El italiano debe mover piezas
Ahora es cuando el entrenador merengue tiene que hacer su magia como técnico y empezar a mover las piezas necesarias para hacer que el equipo funcione, y más en una semana tan complicada como es la que viene.