El centrocampista francés todavía no olvida sus orígenes. El 10 de noviembre de 2002 nació en Cabinda, Angola. Nació en un campo de refugiados al que sus padres llegaron en su huida de la guerra en la República Democrática del Congo. Cuando todavía no había cumplido los 2 años llegaron a Francia y se crió allí.
No se olvidan de su pueblo, y como a Camavinga le encanta la ropa y guarda mucho en sus armarios, de vez en cuando envía bolsas a Angola. Y no es el único, porque también lo hacen amigos y familiares suyos. En un futuro tiene pensado viajar allí y realizar diferentes acciones benéficas para ayudar a todas las personas que viven allí y están sufriendo.
“Iré cuando esté listo un proyecto que voy a realizar en Angola, porque no quiero irme con las manos vacías”, afirmó Camavinga, colaborador de Acnur, en El País.
Una persona especial
Cuando se pregunta por Camavinga a cualquier persona del Real Madrid, todos le definen como "un ser de luz". Es un chico especial, que siempre está sonriendo y dispuesto a ayudar a todos sus compañeros. Sus padres pueden estar orgullosos de haberle educado muy bien, a pesar de todo lo que tuvieron que vivir hace años.
Es igual de bueno sobre el césped, y por eso el club no ha tardado en extender su contrato hasta el 30 de junio de 2029 con una cláusula inalcanzable para cualquier club. El jugador es muy feliz en el Real Madrid y también se ha adaptado a la perfección a la ciudad de Madrid. Por eso mismo, no contempla marcharse a otros proyectos.