El Atlético de Madrid ha anunciado oficialmente que su estadio cambiará de nombre a partir del 20 de octubre de 2024. El hasta ahora conocido como Wanda Metropolitano pasará a llamarse Riyadh Air Metropolitano tras un acuerdo multimillonario con la aerolínea saudí Riyadh Air, que se extenderá como mínimo hasta 2033. Este cambio se estrenará con el partido entre el Atlético de Madrid y el Club Deportivo Leganés, marcando un nuevo hito en la historia del club rojiblanco.
Este movimiento ha generado un gran revuelo, especialmente entre los aficionados más tradicionales, que sienten que el estadio ha perdido parte de su identidad. Sin embargo, desde la directiva colchonera se justifica la decisión como una estrategia necesaria para seguir creciendo en el ámbito económico y deportivo. El acuerdo con Riyadh Air se convierte en el mayor contrato de patrocinio en la historia del club, lo que podría inyectar grandes cantidades de dinero para futuras inversiones en fichajes y mejoras en las instalaciones.
Vender la historia
Sin embargo, la noticia no ha pasado desapercibida en el resto de los clubes de España, y muchos se han preguntado qué pasaría si una decisión similar la tomara el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. "Si Florentino cambiara el nombre del Santiago Bernabéu, sería un escándalo tremendo", comentan en redes sociales algunos seguidores merengues, resaltando que un movimiento de este tipo en el club blanco sería difícilmente aceptado por la afición. A pesar de las diferencias entre ambos clubes, está claro que la monetización de los nombres de los estadios es una tendencia creciente en el fútbol moderno.
El Atlético de Madrid sigue así los pasos de otros grandes clubes europeos, como el Manchester City con su Etihad Stadium o el Bayern Múnich con el Allianz Arena. Este tipo de acuerdos buscan diversificar los ingresos de las entidades y, aunque suelen ser controvertidos entre los aficionados, representan una vía para competir a nivel financiero con los gigantes del fútbol mundial.