Nasser Al-Khelaïfi es uno de los nombres más buscados en los últimos días en internet. Así se llama el presidente y dueño del Paris Saint-Germain, uno de los principales protagonistas en el culebrón del ‘Caso Mbappé’.
Al-Khelaïfi está acostumbrado a conseguir lo que quiere, al menos si nos basamos en la perspectiva futbolística. En los últimos años ha revolucionado el fútbol mundial a base de petrodólares, con fichajes de renombre internacional como Leo Messi, Neymar, Mbappé, Sergio Ramos, Ibrahimovic, Cavani, Thiago Silva o Di María, entre tantos y tantos otros.
No obstante, su objetivo principal desde que aterrizó en París no ha sido otro que el de alzarse con la ‘Orejona’. Es su obsesión, es su deseo, es su perdición. La Champions League le trae de cabeza y no parará hasta conseguirla. De momento sólo acumula fracasos y decepciones en la competición europea.
Una mano demasiado dura
A Al-Khelaïfi se le ha escuchado más bien poco estos años. No obstante, algo sí que ha quedado claro en todo este tiempo: es un tipo duro, al que no le gusta que le lleven la contraria y que hace lo que sea por salirse con la suya. El fichaje de Mbappé y las posteriores renovaciones del francés son un ejemplo.
No obstante, ahora se ha destapado una denuncia que puede poner contra las cuerdas al dueño del PSG. Según desvela hoy el periódico ‘Le Monde’, Nasser Al-Khelaïfi ha recibido una denuncia por parte de Hicham Kamoussi, quien fuese su mayordomo y persona de confianza.
Éste interpuso la denuncia el 28 de junio ante la Fiscalía de París por “complicidad en intento de secuestro”, “intento de secuestro”, “complicidad de extorsión y extorsión”, “conspiración criminal”, “manipulación de testigos”, “cohecho de funcionario público”, “invasión de la intimidad”, “invasión del tratamiento automatizado de datos” e “invasión del secreto de las correspondencias”.
Ya en el año 2018, Karmoussi reconoció en Mediapart que había destruido documentos que podían ser comprometidos para Nasser Al Khelaïfi, como un puerto USB.
Así pues, en mitad del culebrón por el ‘Caso Mbappé’, al dueño del PSG le surge un nuevo dolor de cabeza, que habrá que ver hasta donde es capaz de perjudicarle.