Teniendo una plantilla plagada de grandes estrellas, es complicado ubicar al líder del Real Madrid. O al menos eso es lo que se pensaba hasta la reciente lista del Centro Internacional de Estudios en el Deporte (CIES), sobre los jugadores más valiosos. Esta prestigiosa lista ha ubicado al centrocampista inglés como el jugador más valioso del mundo.
Con un valor de 251 millones de euros, Bellingham ha superado notablemente a los demás jugadores de este Top-10. Ubicando a Vinicius como el tercero mejor valorado y Mbappé como el quinto, el liderazgo del inglés ha quedado demostrado. Tras dos temporadas excelentes de su parte, Bellingham ha recibido una merecida recompensa por su nivel.
Si bien su comienzo de temporada fue algo irregular, el jugador logró regresar a su mejor versión para los partidos más importantes. El haberse proclamado como el jugador más valioso del mundo es una clara muestra de su importancia e influencia en el Real Madrid.
El claro líder merengue
Teniendo apenas 21 años, Bellingham logró consolidarse rápidamente como uno de los mejores jugadores del Real Madrid. Tras una excelente temporada de debut, el inglés ha logrado 9 anotaciones y 7 asistencias esta campaña. Unos números que dejan en claro lo importante que ha estado siendo el inglés para el equipo durante los partidos más difíciles.
Su valor de 251 millones superaron a los 222 millones de Haaland y, sobre todo, a los 206 de Vinicius Júnior. El resto de la lista cuenta con Lamine Yamal con 180 millones, Mbappé con 175, Saka con 157, Wirtz con 151, Palmer con 150, Foden con 145 y Rodrygo con 141.
Superando a tres de sus compañeros de equipo, el liderazgo de Bellingham en el Real Madrid ha quedado demostrado. A pesar de estar disputando apenas su segunda temporada con el equipo, su valor refleja la razón por la que forma parte del club blanco.
Un valor en constante aumento
Tras superar la barrera de los 250 millones, ahora solo queda por esperar el límite que Bellingham será capaz de superar. A pesar de la reciente derrota contra el Barcelona, el británico es consciente de que lo que cuenta es el final de la temporada, no el comienzo.